Bilbao vertical
Durante los siglos XIX y XX Bilbao creció en torno a la industria -la siderurgia en especial- y la construcción naval, siendo uno de los puertos más importantes de Europa, pero al mismo tiempo una ciudad gris y contaminada. La reconversión industrial fue acompañada por una afortunada reconversión urbanística, cuyo principal punto de inflexión fue la construcción del Museo Guggenheim a finales del siglo XX, que ha permitido a Bilbao entrar en el siglo XXI renacida de sus cenizas y convertida en una urbe cosmopolita y de diseño.
Cuando actualmente el donostiarra se acerca a Bilbao, ya no ve las altas chimeneas de los altos hornos ni las nieblas de contaminación, como hace 50 años, sino una ciudad con numerosos elementos arquitectónicos nuevos y modernos, que forman ya parte de nuestro imaginario visual, y que son realmente grandes y altos, altos, de un tamaño que no podemos soñar en nuestra ciudad.
Esto del tamaño monumental no es un problema para el donostiarra, pero … no estamos muy contentos con que esta reconversión de Bilbao haya arrebatado de facto a San Sebastián la capitalidad cultural del País Vasco.
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