Este otoño comencé un curso de narrativa breve en el Centro Cultural Ernest Lluch, y este cartel está a la entrada de las salas del 1º piso del centro.

Este músico-poeta,  fallecido hace unos pocos años, tiene unas magníficas letras de canciones, que también han cantado otros autores del mundo de la canción más conocidos, y llegó a mi conocimiento por otros motivos que la propia música (que yo no escucho desde hace bastantes años).

Este es un fragmento ejemplo de sus versos:

Rendir culto al absurdo.
Sentir hondamente la nada.
Darse a la paradoja.
Mirar llover por la ventana.
Hervir un arroz,
fumar lo atroz,
Sentar un ritual de manías.
Hacer un té.
Pensar a la negligé
en locos planes de fuga.