Otoño enciende su fuego dorado,
el bosque arde en tonos carmesí,
naranjas, ocres, y rojos cantando,
una sinfonía de hojas sin fin.
El sol acaricia el dorso del día,
con luz que en oro se vuelve caricia,
los colores intensos, cálidos, vivos,
pintan el mundo de pura poesía.
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