Con apenas tres número publicados y un tiraje más bien corto, inferior a los mil ejemplares, la revista Provoke fue, a un tiempo, culmen y génesis en la fotografía japonesa actual. A casi 50 años de su aparición / desaparición el estilo contrastado con sombras profundas empastadas, encuadre suelto, geometrías caídas y grasosas escenas callejeras sigue vigente, lo mismo en las redes sociales como entre fotógrafos tanto consagrados como emergentes. Y no he podido sustraerme a este estilo, y lo estoy aplicando en un proyecto (y libro) fotográfico, en que aplico dicho estilo a un universo completamente diferente donde pueden darse, según como se mire, algunas circunstancias que cogidas con pinzas pudieran generar un shock que llevara a este estilo (y la verdad, a un estilo cualquiera).
Los fotógrafos en Provoke tomaron tres palabras japonesas para construir todo un estilo de gramática visual, y como resultado un canon estético: are, bure y bokeh. Estos tres conceptos pueden traducirse como grano, barrido y desenfoque. Como se puede ver, con mi fotografía habitual de calle, consigo fácilmente los tres elementos.
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